miércoles, 28 de enero de 2009

Dioses y religiones



Creo que la mejor forma de empezar a hablar sobre historia es hablar sobre religión. Esa curiosa forma de vida que ha influenciado durante siglos y siglos a las gentes siendo motivo de muchas y variadas disputas ¿Cual es el origen de la religión? No lo sé, aunque supongo que sería la victoria de la picardía sobre la ignorancia: “Esta noche alguien me ha hablado. Haced lo que yo os diga o si no os castigará”.

Quizás sea una forma muy simple de explicarlo pero tampoco creo que difiera demasiado ¿Qué es si no la religión más que una forma de dominar a las gentes mediante el miedo y la superstición?

Explicar los dioses y la religión es algo muy complicado y evidentemente se necesitarían años de estudio para ello. Pero no es imposible conocer unos cuantos, quizás los más familiares no es demasiado complicado.

Podríamos empezar por algunos dioses griegos y romanos porque nombrarlos todos sería muy extenso. El principal era Zeus, dios del trueno y de los demás dioses es el equivalente al Júpiter romano en cuyo honor se construían templos. Es tan importante que, por ejemplo, el quinto planeta del sistema solar se llama como él, siendo, casualmente el más grande del sistema planetario.

Dionisio el dios griego del vino era muy adorado, equivalente al romano Baco. De hecho la palabra bacanal proviene de este dios pues en las fiestas que se celebraban siempre había una ceremonia en honor suyo cuyas consecuencias son fáciles de imaginar.

Ares, dios griego de la guerra, Marte para los romanos, muy adorado y venerado entre estos. Solían rezarle antes de entrar en batalla. Otro planeta recibe su nombre.

Como diosas cabe destacar Hécate, diosa de la Tierra lo cual demuestra que estas religiones no tenían un aspecto machista al tener la adoración compartida en igualdad entre masculino y femenino.

Afrodita, diosa griega del amor y de la belleza, es la Venus romana, el segundo planeta del sistema solar recibe su nombre.

De una u otra forma estos dioses suelen estar presentes en nuestra vida actual, por ejemplo los días de la semana están en, algunos casos, dedicados a ellos. Así pues martes, en honor a Marte, miércoles por Mercurio, viernes por Venus y sábado por Saturno.

La influencia latina es la responsable que conozcamos más la mitología griega y romana que, por ejemplo, la nórdica, igual de apasionante y con dioses del mismo modo tan complejos como los latinos. Conservan grandes similitudes pero con diferencias entre actos y nombres en los que meterse a investigar resulta apasionante.

Por ejemplo Odín era el dios de los dioses, el equivalente al Zeus griego o Júpiter romano a los que me refería al principio.

Thor, el dios del clima, del viento y de la cosecha. Fue tan importante que para las lenguas anglosajonas y germánicas el jueves, thursday, es el día de Thor.

Freya, dios del amor, de la belleza y de la fertilidad con su día por su puesto, friday que significa viernes.

La existencia de dioses les servían para resolver ciertos enigmas de la naturaleza y así, por ejemplo, los vikingos creían que la aurora boreal era el brillo de las guerreras valkirias.

También tenían su apocalipsis, llamado Rägnarok. En el cual los dioses buenos pelarían entre las fuerzas del mal y estos los derrotarían cayendo en el mundo en una espiral de destrucción y catástrofes.

Esto demuestra que todas las religiones, aunque con distintos personajes, tenían algo en común. El hecho que en la actualidad no se les rinda culto es debido al emperador romano Constantino I en el siglo III d. C. Poco a poco, el impero se iba debilitando y lo único que podía unirlo y cohesionarlo era la religión. A él le debemos que juntase a gente para escribir el Nuevo Testamento. Hizo que la religión católica fuera la oficial y para que tuviese aceptación entre la gente tomo elementos de todas las demás creencias. Por ejemplo, la simbología de que Jesús transformaba el agua en vino, no es sino una similitud de Dionisio, el dios del vino que hacía lo mismo. También se creía que Dionisio tenía arrebatos caníbales y ahí comer también la carne, el cuerpo de Cristo, representado por la ostia.

El mismo Jesucristo tenía muchas similitudes con Mitra, dios persa de la luz y la cordura. Mitra nació un 25 de diciembre, o sea la noche más corta del año. Como luz que era, el cristianismo no podía “tolerar” que otro dios naciese en día tan significativo y por ello se decidió que Jesús naciese ese mismo día. De hecho la expresión cristiana: “Yo soy la luz” es mitraica sin ninguna duda. Según el mitraismo, este dios, para librar al mundo de los pecados hizo un viaje con un toro sobre los hombros que es el equivalente al via crucis cristiano. Los mitraistas creían en la resurrección, la vida eterna, el cielo y el infierno. Mitra recibía otros apelativos como: La luz o el buen pastor. El mitraismo se representaba con una cruz sobre un círculo que representa el sol, las cuatro esquinas de la cruz simbolizan el año solar.

En fin, que todo está inventado y se podría profundizar muchísimo más en este tema. También se podría hablar de los dioses egipcios, los precolombinos, los distintos que existen en África o en Asia pero sería un trabajo de años y tampoco soy ningún experto. Personalmente no soy creyente, creo que nunca lo he sido. La religión la tomo como algo folclórico y cultural, una especie de leyenda que está presente en la actualidad. Para mí todo son lo mismo: Gnomos, trolls, ángeles, demonios, querubines y todos los seres que forman parte de este tipo de tradiciones. Por ello, hace poco más de tres años que me hice apóstata pensando que era algo absurdo pertenecer a algo en lo que no creo. Así que si algún creyente lee esto que sepa que ,al menos, mi parte de cielo la dejo libre. De todas formas, nunca he conocido a nadie que haya vuelto para contar lo que hay y nadie de aquí que haya querido irse allí. Al leer la historia de la humanidad siempre me surge una pregunta ¿Cómo es posible que alguien crea en algo en cuyo nombre se han cometido millones de asesinatos y cientos de guerras? El vacio de mi ignorancia prefiero llenarlo con otras cosas. Francamente, el ser humano es algo muy complejo.

viernes, 23 de enero de 2009

El carro de la crisis


Me decía una amiga el otro día que últimamente estaba calmadito y no hablaba de política. La verdad es que es posible que tenga razón. Hace tiempo que no cuento nada de eso y no porque no haya mucho que contar sino porque al pensar en ciertas cosas me sale humo por las orejas, como una tetera caliente. Pero como hoy tengo un día un tanto generoso creo que podré controlarme y mi tetera será, para apenas, una tacita pequeña.

El problema que tiene España actualmente es, posiblemente, de los peores que ha vivido este país en siglos. Vivimos una crisis de dimensiones históricas y que será recordada por generaciones. Personalmente me veo afectado, aunque quizás no viva una situación dramática y desesperada como mucha gente pero mi situación no es fácil puesto que mi gremio es el más perjudicado arrastrando a otros consigo.

No voy a ejercer ahora de profeta diciendo que sabía que esta situación podía llegar puesto que ese papel no me cumple, pero sí que diré que pensaba que el tiempo boyante que tuvimos acabaría y que entonces vendrían tiempos peores pero no tan difíciles como los actuales. Era algo inevitable que tarde o temprano debía acabar. Quizás la culpa es de todos los que no supimos preverlo.

La situación es grave, mucho más grave de lo que parece y siendo optimista hasta finales del verano de 2010 no remontaremos el vuelo. Las cosas son así y repito que no quiero ejercer de profeta pero ojalá me equivocase.

Mientras tanto el gobierno sociata (pido disculpas por nombrarlos así, pero Marx me merece demasiado respeto como para llamarlos socialistas, insultando su memoria) capea como puede. La lista del paro pasa ya de los tres millones de personas y quizás lleguemos a los cuatro en los próximos meses.

Todavía recuerdo cuando Zapatero y sus acólitos decían que no había crisis. Llamaban a la situación de muchas formas menos por su nombre y los que eran contrarios a esta idea eran acusados de alarmistas, de derecha extrema, de antiespañoles. En fin todo un cúmulo de despropósitos que apenas merece la pena recordar.

Fue el mismo presidente el que decía que la economía se aprendía en dos tardes, que no daría dinero a los bancos porque habían tenido muchos beneficios, que estábamos en la “champions league” de la economía, que habíamos superado a Italia y que pronto superaríamos a Francia ¿Y ahora? ¿Dónde estamos ahora? Solamente hay que leer los periódicos o ver la televisión para darnos cuenta así que no seré yo quien lo diga.

El pueblo español aunque sea estúpido pero demuestra que puede aprender. Por ejemplo, antes del mes de agosto solamente un 36% decía que estábamos en crisis y en el mes de septiembre ya lo pensaba un 75% ¿Qué ocurrió para que cambiásemos de opinión? Muy sencillo, que durante las vacaciones gran parte de la gente se puso a estudiar economía y llegó a esa conclusión (porque otra razón no me entra en la cabeza). Para colmo, el presidente, se niega a asistir al congreso de los diputados a dar explicaciones de la situación porque no lo considera oportuno ¿De qué tiene miedo Zapatero? Pero sin embargo acudirá a “Tengo una pregunta para usted” donde las preguntas están manipuladas ¿Cabe mayor desprecio hacia la “supuesta” democracia? Para eso que eliminen el congreso y cuando un político quiera dar explicaciones que acuda a la televisión. En fin, esto es algo grotesco, ridículo, burlesco, irrisorio, absurdo, esperpéntico, estrambótico y algún que otro adjetivo que se me ocurre pero que mi educación no me permite expresar, al menos de forma escrita. Mientras tanto ¿Donde están los sindicatos? ¿Qué hacen? A qué se dedican? Cada cual que piense la respuesta.

Dicen que un pueblo tiene los gobernantes que merece y yo me niego a creerme semejante afirmación. Personalmente, creo que merecemos algo mejor que este gobierno, encabezado por el peor gobernante de la historia de España, junto con el “cerillita de Occidente” y el rey felón, Fernando VII. Me niego a creer que Pepiño Blanco sea un dirigente que se merezca este país y me niego a creer que ministras como Magdalena Álvarez o Bibiana Aido sean las mejores que podamos tener. Lo siento pero me niego. Aunque la alternativa del PP tampoco es que sea un cambio sustancial en este sentido. Dicen que el pueblo de Israel tuvo una travesía de 40 años por el desierto pues nosotros la estamos teniendo ahora, lo que ocurre es que ya dura demasiado, concretamente desde el 1 de abril de 1939.

Mientras tanto, en el mensaje de Nochebuena, Campechano I pidiendo que "tiremos del carro". O sea, un tío que vive de las rentas que le dejó la opereta del 23 F pide que tiremos del carro. Pues bien, como así nos lo pide, así lo haremos y seguiremos tirando del carro aguantando las crisis como podamos, soportando ayuntamientos corruptos, pagando los desmanes económicos mediante impuestos abusivos, sonriendo con los regalos fiscales que se hacen a los banqueros mientras al pueblo se le incrementan los impuestos, sonriendo cuando se derrochan millones de euros sin sentido en subvenciones para amiguetes y gastos innecesarios. Yo, el jodido trabajador de la calle, que mantiene a una familia real parásita que no para de crecer, estoy dispuesto a seguir tirando del carro aun a pesar de que me suban la hipoteca, la gasolina, los alimentos, el recibo de la luz y todo lo básico para vivir. Solamente pido una condición para todo esto. Que todos se bajen del carro, que se aprieten el cinturón, como nosotros, y que tiren también con las mismas condiciones. Hablando para que nos entendamos: “Tú, delante Borbón”.

En resumidas cuentas, así está el país ¿Cuál es la solución? No tengo la fórmula mágica para ello. Tampoco creo que el tenerla funcionase porque este país aunque sea tarde pero aprende y todavía no ha aprendido lo suficiente. Cuando lleguen las elecciones, el PSOE volverá a sacar a los titiriteros y su mismo discurso victimista, que si la Guerra Civil, que si viene la derecha, que dos fosas aquí, que siete muertos allá y volveremos a lo mismo. Veremos a Zp diciendo que ha ganado la democracia y hasta pasados cuatro años se olvidarán de los votantes, en Nochebuena oiremos lo que cuenta el Borbón henchido de orgullo y satisfacción en esas fechas tan entrañables mientras nosotros, que somos los que los mantenemos, continuaremos sobreviviendo como podamos.

Al final creo que tengo para más de una tacita de té.

martes, 20 de enero de 2009

El caballero de las botas azules



Quizás con esta novela he descubierto a una autora que creo que no tiene el reconocimiento que se merece: Rosalía de Castro. Una mujer que vivió en una época en que ser mujer era complicado y tratar de destacar en esa sociedad era imposible.
Su vida fue trágica. Su padre fue un sacerdote que evidentemente no la reconoció. Conoció a su marido, Manuel Murguía, y se casó con 17 años. Este, la subyugó y nunca permitió que destacase e incluso llegó a atribuirse alguna obra de la escritora. Tuvo siete hijos y la dificultad de cada parto, unido a una frágil salud y las penurias que pasó en su vida, hicieron que falleciera de cáncer con tan solo 48 años.

Literariamente, es la figura central del rexuidimento de la lengua gallega. Se dedicó principalmente a la prosa y a la poesía. Aparte de por su marido, estuvo ninguneada por la sociedad literaria de la época. Sus creaciones estaban a la sombra de otra gran figura, Emilia Pardo Bazán, cuya privilegiada posición económica, unida a su relación con otro grande como Benito Pérez Galdós, hicieron que su reconocimiento fuera menor hasta después de su muerte.

La novela de El caballero de las botas azules, me ha sorprendido gratamente. Una novela desconocida para el gran público pero que no por ello no ha de ser digna de leerse ni de un reconocimiento merecido. Creo que es memorable el diálogo entre un hombre y una musa que tendrá un desenlace final inesperado. Empieza de una forma vertiginosa capturando al lector, despertando en él una curiosidad justificada, para mantenerse suspendida durante unos capítulos y luego continúa con la trama con gran maestría.

Se trata de un reflejo crítico, burlón e irónico de la sociedad de la época. Algo que posiblemente pensaba pero que no podía decir nada más que mediante las letras.

Aconsejaría a cualquiera que descubriera la figura de esta gran escritora y, por extensión, su obra literaria.
Argumento: 7
Ambientación: 6
Personajes: 6
Capacidad para seducir al lector: 7

viernes, 16 de enero de 2009

Rodolfo Valentino

Me gusta el cine. No soy un cinéfilo experto pero sí que me gusta disfrutar de una buena película de vez en cuando. Especialmente me apasionan unas en particular: Las del cine mudo. Me parecen verdaderas obras de arte todas y cada una de ellas. Una dificultad inmensa en la interpretación por la imposibilidad de los diálogos. Con gestos, movimientos y música había que transmitirle al espectador lo que estaba viendo.

Quisiera empezar una nueva sección en el blog hablando de cine, concretamente, en esta ocasión, lo haré de un actor que forma parte de los albores de este arte. Uno que, para mí, es de los más grandes y al mismo tiempo de los más olvidados. Posiblemente mucha gente haya oído hablar de él, unos pocos sabrán quién era y quizás poquísimos podrían contar algo de su biografía y dar el título de algunas de sus películas. Se trata de Rodolfo Valentino.

Su nombre ya puede dar pistas de su origen italiano. Muy joven emigró a EE.UU. en busca del sueño americano y después de desempeñar distintos oficios y hacer de extra en varias películas, le llegó su oportunidad. Se trataba de Los cuatro jinetes del Apocalipsis. La película fue un rotundo éxito y después vendría Camille, inspirada en La dama de las Camelias. Pero sin duda la que posiblemente puso a Valentino en el firmamento de Hollywood y lo ensalzó a la mayor de sus glorias fue la película El Caíd, donde interpretaba a un jeque árabe que se enamora de una dama inglesa y la secuestra. A partir de ese momento se convirtió en el primer latin lover, un sex simbol mundial por el que las mujeres soñaban ser secuestradas. Los hombres querían ser como otro actor de la época, Douglas Fairbanks, pero las mujeres querían a un hombre como Valentino, varonil, mirada penetrante, belleza exótica, protector, el amante perfecto. Quizás por eso algún periodista, dolido en su orgullo, le acusó en un artículo de homosexual. Valentino para hacer frente a dicha ofensa decidió retarlo a un combate de boxeo en un ring, pero el periodista se negó a luchar.

Siguieron más películas como Sangre y Arena, El Águila Negra (particularmente mi favorita de su filmografía) y la que sería su última película, El hijo del Caíd, continuación de El Caíd en la que interpreta al padre y al hijo.

Su vida privada fue muy ajetreada, tuvo romances con algunas de las principales actrices de la época se casó dos veces y acabaron en divorcio sendos matrimonios. Su último romance fue con la también actriz Pola Negri con quien estaba relacionado cuando murió.

Rodolfo Valentino falleció a finales de agosto de 1926 a la temprana edad de 31 años, en la cumbre de su carrera, víctima de una peritonitis. Su entierro fue multitudinario, con numerosos desmayos ante su féretro, y decenas de suicidios entre sus admiradoras.


martes, 13 de enero de 2009

Una pausa en la eternidad



Me iba a visitar a mi abuelo cuando por la calle me encontré con Plácido. Cuando se lo comenté sonrió y me preguntó si podía acompañarme. Yo no me negué y le dije que lo hiciera.
Le llevaba unas cuantas naranjas y nos invitó a tomar un café. Estuvimos hablando, los tres, de unas reparaciones que van a hacer en un puente y de otras obras que modifican la fisonomía del pueblo cada cierto tiempo. Cuando acabamos el café nos despedimos y nos fuimos. Mi abuelo se quedó pelando una naranja con la ilusión de un niño que abre un regalo perfectamente envuelto.

Íbamos caminando y Plácido callaba, no decía nada.

¿Por qué estás tan callado? ¿Qué te ocurre? – Le pregunte con curiosidad.

Nada, simplemente que me ha gustado estar con tu abuelo. – Me contestó sonriendo.

Seguimos caminando y le sugerí que tomásemos un café en un bar que había cerca. Él accedió. Nos sentamos en una mesa y yo me pedí un cortado con hielo y él un café.

He visto a tu abuelo muy bien. Se nota que se cuida – Me dijo, mientras miraba el café y le daba vueltas con la cucharilla.

Bueno tiene sus cositas, propias de la edad, pero el hombre está bien. – Contesté orgulloso.

Eres muy afortunado, por seguir teniéndolo, cuídalo mucho. – Me respondió con una voz melancólica. – ¿Sabes? Hoy hace años que perdí al mío. Lo sigo recordando todavía con cariño.

Cuando me dijo eso, ya sabía lo que pasaba por su cabeza. Si no lo conociera pensaría que simplemente estaba recordando una fecha, pero no, no era eso. Estaba recordando a su abuelo y todo lo que ello significaba.

¡Cómo pasa el tiempo! – Dije, sin saber que decir.

Si, hace mucho tiempo si miramos el calendario, pero para mí es como si hubiera sido ayer mismo. – Me contestó dando un sorbo al café y encendiéndose un cigarro al instante.

Yo bebía de mi taza, lo miraba y al mismo tiempo me acordaba de lo que decía. Recordé aquellos días. Hacía menos de dos meses que la leucemia se había llevado a su novia con apenas 18 años. Plácido estaba abatido. No fue a clase hasta después de Navidad y apenas salía de casa. De vez en cuando iba a visitarlo y lo sacaba para ir a tomar un café y que se despejara.

Un día me llamó por teléfono. Cuando colgué supe que estaba herido de muerte, que tardaría mucho en recuperarse.

Mi abuelo ha muerto. – dijo con serenidad aparente.

Lo siento. – Es lo único que pude decir y acto siguiente me colgó el teléfono.

Esa noche, anduvo perdido, caminando sin sentido, toda la noche hasta el día siguiente. A raíz de aquel día ya no volvió a ser el mismo. No había cumplido los 20 y su mundo ya se había desmoronado. No tenía ilusión por nada, había perdido, primero, lo que más ilusión le producía y, segundo, lo que más quería. Dejó de ir a clase y perdió todo el curso, adelgazó alarmantemente y apenas hablaba. Nunca salía de casa a no ser que fuera extremadamente necesario, no llamaba a nadie. Cuando iba a visitarlo siempre estaba en su habitación mirando el techo en un punto fijo, incluso llegué a temer que alguna mala idea se le pasase por la cabeza. En dos horrorosos meses había perdido a dos personas muy importantes en su vida y eso fue un golpe muy duro de superar. Se había convertido en un fantasma que deambulaba por su casa. Plácido estaba mal, muy mal.

¿Cómo recuerdas a tu abuelo? – Me atreví a preguntar.

– Antes lo recordaba con rabia. Ahora lo recuerdo con pena y con esperanza. – Me contestó.

¿Por qué con rabia? – Pregunté asombrado.

– Rabia, porque me dejó solo, porque no tenía derecho a irse sin mí. Porque era la persona que más quería y a alguien a quien quieres tanto, no puede dejarte así ¿Acaso crees que no me hubiera gustado irme con él? Mi vida tiene un antes y un después de la muerte de mi abuelo. Me lo dio todo y me lo quitó sin avisar. Yo era joven ¿sabes? Tenía 19 años y no sabía nada ¡Cuánto le quedaba por enseñarme! ¡Cuánto nos quedaba por hablar! Yo empezaba a descubrir el mundo a esa edad, empezaba a tener pensamiento propio en política y quería ser como él, porque, de pequeño, lo oía hablar y me quedaba asombrado pensando que algún día hablaríamos los dos y me enseñaría lo que él sabía. Empezaba a leer al poeta que el tanto admiraba y que me iba inculcando poco a poco. Me hablaba de ese libro del loco caballero que yo no había leído porque me parecía algo titánico. Era mi mejor amigo. Era todo lo que se puede pedir, todo lo que un niño puede desear de un abuelo yo lo tenía y de repente todo eso acabó. – Contestó con una rabia contenida en sus palabras, como reprochando algo.

No lo dudo, Plácido. Me imagino que podrías continuar hablando horas de él ¿Por qué lo recuerdas con pena y esperanza? – Dije para ver si se tranquilizaba.

¿Sabes? Hasta hace poco pensaba, que si en algún lugar me está viendo que sintiese lo mismo que yo sentía, el mismo dolor que yo tenía al faltarme y que entendiese que se había portado mal. Pero no, ahora no. Ahora solamente tengo buenos recuerdos y palabras de agradecimiento por todo lo que me enseño. Puedo decir que fui afortunado por haberlo tenido durante muchos años y por haberme enseñado lo que él me enseñó. Por eso quiero ser padre y algún día abuelo, para transmitirles todo lo que él me transmitió a mí para hacer con ellos lo que mi abuelo hizo conmigo. Dicen que un niño sin abuelo es un niño sin historia y yo puedo decir que la mía es maravillosa y que no terminará el día que él murió, porque yo la continuaré donde él la dejo. – Contestó con una voz ilusionada.

Estoy seguro que así será, Plácido, no lo pongo en duda. – Dije eso, al tiempo que apuraba los últimos sorbos de mi taza.

¿Sabes que en el fondo pienso que algún día lo veré? – Dijo al tiempo que sonreía. – Es una sensación que tengo o al menos quiero pensar que es así. Será en el viejo monasterio
¿Por qué allí? – Le respondí intrigado.

Pues bien, la primera vez que estuve allí, me llevó él. Yo tenía 9 años. De pequeño me apasionaban los castillos pero nunca había visto uno. Un día me dijo que me llevaría a visitar uno que estaba en el pueblo. Yo no me lo creía y esa noche no pude dormir. Al día siguiente cogí la bicicleta y fui a su casa y nos fuimos los dos con su moto, recuerdo que tenía una mobilette. Cuando llegamos allí aquello me pareció asombroso, lo más grande que había visto en mi vida y lo veía gracias a mi abuelo y él estaba conmigo. Desde entonces es un sitio especial para mí. Siempre que necesito pensar voy allí para hacerlo. Por eso, muchas veces, en momentos de soledad he pensado que al morir volveré a aquel sitio, transformado en un niño de 9 años y mi abuelo estará esperándome en la entrada. Yo le daré un abrazo y le diré: “Te quiero, no me dejes más” y él me contestará: “Ahora tenemos toda la eternidad para nosotros” y cogidos de la mano desapareceremos en aquel valle para siempre. En eso quiero creer, en que al final este tiempo ha sido una breve separación si no ¿qué sentido puede tener la vida? – Me contestó con un brillo en los ojos que hacía tiempo que no veía.

Es cierto, quizás esta vida solamente sea una pausa en medio de toda la eternidad. – Le dije, posiblemente, contagiado por su optimismo.

Después de este diálogo nos levantamos y nos fuimos. El había quedado con su padre y yo me iba a casa. Por el camino iba pensando en la conversación que habíamos tenido. Cuando me dí cuenta, había vuelto, de nuevo, a la casa de mi abuelo.

domingo, 11 de enero de 2009

Premio "Abrazos"



Myself me ha concedido el premio abrazos. La verdad que no me esperaba empezar el año de esta forma y es algo que quiero agradecer. Hace poco que he descubierto este blog. Ha sido por ese extraño suceso que cuando no se espera se le llama casualidad. Me gusta su blog, aporta inocencia y sensibilidad tan necesarios estos días y al mismo tiempo tan olvidados. Con este premio “Abrazos” me doy cuento cuán importante y fuerte es el vínculo que se forma entre gentes distintas, de distintos lugares y que aunque en la mayoría de los casos, personalmente, no nos conozcamos de una u otra forma siempre habrá algo que nos una.
¡¡Muchas gracias, Myself!!

viernes, 9 de enero de 2009

Arquitecto vs cliente


¿Debería hacerse lo que un cliente pide? Si lo hiciéramos es muy probable que al final éste también quedara insatisfecho, pues el resultado no se correspondería con sus deseos. El tratar de entender a un cliente es una de las facetas más complicadas para un arquitecto, por ello lo ideal sería trabajar sin clientes, al libre albedrío.

El mayor conflicto se crea en la dicotomía arquitecto – persona. El tratar de trabajar separando lo que a él le gusta de lo que realmente es posible.

Esto complica la relación entre las partes, entre un cliente y un arquitecto pues visto desde dos puntos de vista, ambos parecen ser propietarios de algo que se va a crear pero visto desde diferentes perspectivas que tienen a la hora de valorar los diferentes espacios y formas.

¿Cómo enfrentarse al problema? Lo primordial es tener muy claro cuál es la metodología de la persona que va a proyectar la vivienda. Ante todo es necesario poner en claro cuál es la idea y el hábito de trabajo de la cual se parte. Por otra parte saber si el arquitecto tiene total libertad para realizar su obra. Si llevará su sello con total libertad o por el contrario verá restringido su trabajo. Una vez esto esté establecido, el camino a seguir es el más idóneo y, posiblemente, el mejor por el que se pueda optar. Evidentemente, hay clientes que no miran el contenido de la obra sino que miran el autor de la misma y de ese modo nadie se siente defraudado. Si alguien le encarga una vivienda a Calatrava posiblemente, sea cual sea el resultado final, quedará satisfecho aunque este haya realizado algo fuera de toda ley física ¿Qué más da tener la entrada de la vivienda a 10 centímetros de un precipicio si esa casa la ha diseñado Calatrava o Foster? Pues esto, aunque sea un ejemplo exagerado, hay gente que estaría dispuesta a aceptarlo con tal de llevar el nombre del arquitecto (personalmente me parece algo absurdo).

El problema surge cuando se aplica este mismo criterio al planificar un barrio de 500 viviendas o un edificio público. Los destinatarios de la arquitectura llegarán después con su idiosincrasia, y pocas veces quedarán satisfechos, pues no solo nunca fueron escuchados, sino a veces ni siquiera se pensó en quien iba a ocupar esas viviendas. Se construyó para la gente pero sin pensar en las necesidades de esa gente, únicamente como si fuesen elementos fabricados en serie que tienen que encajar como dos engranajes en un mecanismo. Si nos preguntasen a cada uno de nosotros cual es la vivienda ideal, seguramente no coincidiría en absoluto con la nuestra actual. A esto me refiero. Por ello vuelvo al principio del texto donde indico que lo ideal sería trabajar sin clientes.

El trabajo de un arquitecto tiene que ser el de ayudar al cliente a conseguir su deseo mediante una interpretación coherente en su deseo. Siempre en relación con el entorno ayudando en cualquier contratiempo que pueda surgir aunque en ocasiones ese contratiempo sea la idea del mismo cliente. La arquitectura es un servicio. Trabaja con el hombre como principal función. La vivienda ha de ser habitada por el hombre y hay que ayudarle a vivir. Cualquier elemento constructivo y estructural que maneje un arquitecto ha de estar dirigido para este fin. Esto es hacer arquitectura. La arquitectura es creación y esta creación se puede conseguir al encontrar la respuesta que se busca escondida entre la información que ofrece el cliente uniéndolo al servicio que le puede ofrecer. Crear no significa, solamente, realizar algo inédito. No hacen falta formas raras para ello, basta con saber entender cosas que pueden ser muy sencillas.

martes, 6 de enero de 2009

Premio "Symbelmine"



"Symbelmine" son aquellas flores que, según Tolkien, crecen sobre las tumbas de los reyes Rohirrin. Flores también conocidas como "no me olvides". La idea es otorgar este premio en agradecimiento a los blogs, premiando su trabajo y como un motivo más para estrechar lazos existentes, para que así, no nos olvidemos de esos blogs que hacen que cada día queramos seguir haciendo lo que hacemos". Las normas del premio son éstas:
1 - Elegir 7 blogs o sitios de Internet que por su calidad, su afinidad o cualquier razón hayan conseguido establecer un vínculo que desees reforzar y premiar con un premio y enlazarlos en el post escrito.
2 - Escribir un post mostrando el premio, citar el nombre del blog o web que te lo regala y notificar a tus elegidos con un comentario.
3 - Opcional: Exhibir el premio en tu blog.
Lo primero que hago cuando enciendo el ordenador es pasarme por los blogs que sigo habitualmente. El leer algo que no sea habitual es lo único que merece la pena en estos tiempos donde todas las noticias giran en torno al mismo tema.

Pues bien, esta mañana al entrar en el blog de “Fuera queda el ruido” me he encontrado con la sorpresa que su autora, Parsimonia, me había concedido un premio ¿Para qué mentir? Era algo que no me esperaba. Creo que este tipo de cosas nunca te las esperas y más en el día de Reyes, siendo yo un republicano convencido, guiños del destino. He de reconocer que me ha hecho una enorme ilusión recibirlo.

Hace poco que “conozco” a Parsimonia. Más bien fue ella la que me encontró a mí, quizás algún día me entere como sucedió, aunque lo importante es que ocurrió. Hace unos meses tenía un comentario suyo y como no suelo recibir comentarios que se salgan de los habituales la visité. Desde ese día forma parte de mi reducido, pero selecto, número de blogs de visita obligada.

Creo que Parsimonia una sensibilidad especial a la hora de escribir. En ocasiones, me da la impresión que habla de ella misma. Quizás por ello me gusta leerla, porque así descubro a la persona que se encuentra detrás de esas palabras. Espero seguir haciéndolo durante mucho más tiempo y que ella siga deleitándome, o deleitándonos a todos, con esos relatos que hacen que escribir sea algo más que juntar unas letras con otras.


Muchas gracias Parsimonia.

Ahora pasaré a conceder los premios. Dicen que es muy difícil otorgarlos. En mi caso no es así. Lo tengo muy fácil. Como he dicho antes mi lista es reducida (aunque espero y deseo que este año aumente) por ello, aunque lamentable rompa las normas de entregarlo a 7 autores (espero que se me permita esta licencia), lo entregaré a los otros dos blogs que me he impuesto de obligada visita y a una página de internet que suelo visitar habitualmente.

Escritos en la cresta de una ola” de Luís López Cortés: ¿Qué decir de este sitio? En su día ya lo dije todo, o casi todo, aquí. Creo que poco más podría añadir de este juglar del siglo XXI que representa a la perfección el sentido de tener un blog.
Onlymary” de Onlymary: Dice el refranero popular que una imagen vale más que mil palabras. En este caso no se cumple esta máxima pues sabe conjugar a la perfección las imágenes con las palabras sin necesidad de tener que llegar al millar. Siempre es un deleite el observar sus fotografías captadas en el momento justo, como si los acontecimientos estuviesen esperando para que ella de constancia de ellos y una vez atrapados en su cámara las cosas siguen su ritmo habitual. Por todo ello, creo, que es un lugar que no puede dejar de visitarse.

"Abierto el debate": Un foro plural donde participo y en el que cualquier opinión es bien recibida. Lleno de interesantes temas que invitan al debate independientemente de la ideología que se tenga. Un sitio muy recomendable para poder intercambiar opiniones con total libertad.

¡¡Felicidades a todos!!

lunes, 5 de enero de 2009

Ya hace un año



Hoy hace un año que empecé este blog, con la simple intención de tener un lugar donde poder escribir lo que me apeteciese.
El título elegido fue el de “Pensamientos y más cosas” porque no quería limitarlo ni que sirviese como tribuna siempre hablando de lo mismo. He procurado escribir sobre muchas cosas, dentro de mis posibilidades, aunque haya temas que predominen. Como dice el subtítulo “Siempre hay algo que contar” y eso es lo que procuro hacer. Por ello puse también un libro de firmas porque quizás apetezca comentar otra cosa que no tiene que ver con lo escrito.

Durante este año he escrito 74 entradas, que quizás no sean demasiadas (una cada, casi, 5 días) pero considero que es lo mejor. Creo que escribir cada pocos días hace que se disfrute más de las lecturas, se digieren mejor. También es debído a que los primeros meses escribía poco, quizás porque no sabía muy bien como funcionaba esto y quería aprender. Ahora no es que sea un experto pero me siento satisfecho de la forma en la que lo hago.

Este año, si puedo, escribiré más cosas, trataré nuevos y viejos temas con la misma ilusión del primer día. No se hasta cuando escribiré, quizás un día me canse y deje de hacerlo porque considero que nada es eterno. De momento no tengo esa intención así que por aquí estaré siempre que querais encontrarme.

Por último agradecer a todas aquellas personas que habitualmente pasan por aquí, anónimos o conocidos, sus comentarios y sus lecturas.

Gracias a todos.

viernes, 2 de enero de 2009

Martica



Hace tiempo que le dije a una amiga que le escribiría unas líneas. Por distintos motivos no he podido hacerlo hasta ahora que tengo unos días de descanso.

Creo que hablar sobre alguien, como persona, es complicado puesto que a veces no nos conocemos ni nosotros mismos por ello el decir que se conoce a tal o cual persona es un poco arriesgado. Así que en lugar de usar el verbo “conocer” usaré el verbo “tratar” para referirme a ella.

Su nombre es Marta. Quizás, los más asiduos al blog, habréis leído algunos de sus comentarios. Gente como ella es la que hace que los blogs tengan algún sentido. Porque no es solamente escribir, sino que creo que se trata de compartir los escritos y hacer que la gente que habitualmente pasa por aquí los disfrute, y si pasan muy a menudo es que llegan a formar parte del blog. Pues bien, Marta es una de esas personas.

Es complicado describir a Marta, al menos no sé si lo haré bien y supongo que en su comentario ella juzgará. Pero sí que me da la sensación que es alguien bastante entrañable para hablar. Puedes estar meses sin saber nada de ella y después pasarte horas hablando como si tal cosa. Ella es así, aparece y desaparece como el Guadiana. A pesar de ser de un pueblecito de cuento, cerca de los pirineos navarros, el frío de la región no van para nada con su carácter. Esta navarrica (como ella dice) es gran amante del sol y de los climas más calurosos, prueba de ello es un sol tatuado en su omoplato derecho, me permito contarlo porque ella luce muy orgullosa ese dibujo.

Aunque hace tiempo que no la veo eso no es inconveniente para acordarme de Martica, la navarrica de ojos verdes, y las largas conversaciones telefónicas hablando de cosas insignificantes pero que tienen sentido cuando la compañía es agradable.

Marta, gracias por tu amistad.